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November 26, 2011

Conan the Barbarian # 1 - Thomas & Windsor-Smith

Everyone has a favorite run or a favorite creative team. It might be as classic as Will Eisner’s The Spirit or Hal Foster’s Prince Valiant, as seminal as Stan Lee & Jack Kirby’s Fantastic Four, as brilliant as Neil Gaiman’s Sandman, as groundbreaking as Alan Moore, Stephen Bissette & John Totleben’s Swamp Thing, or as popular as John Byrne’s Fantastic Four, Chris Claremont & John Byrne’s (Uncanny) X-Men, Frank Miller’s Daredevil or Grant Morrison’s Animal Man, among many other options.

One of my personal favorites, since I was a wee lad, was Roy Thomas & Barry Windsor-Smith’s Conan the Barbarian, based on the Robert E Howard’s novels, and published by Marvel Comics in the 70s. Sure, I was born in 1984, but for some reason I had access to this specific run at a very early age, and you could say I learned how to read just by looking at Conan skewering monsters and men alike with the same blood-stained sword, kissing wenches and noting the differences between civilized people and barbarians.

Conan the Barbarian has been the one constant in my life as a comic book reader. But only a couple of years ago I discovered the Dark Horse reprints, which allowed me to reread the saga. I still have the old issues, the ones I read so many times in my childhood that today look like confetti made out of old newspapers. It had been a long time since I had read Conan, and when I started to do so again I loved it even more than before.

As a child I never understood half of what the characters would say, but I did learn a few words that although popular in centuries long gone by, are of no use nowadays. That explains why I always had an extensive vocabulary in elementary school although none of the words I knew were useful to me in tests or in real life.

“The Coming of Conan”, published in October 1970, is the title of the first issue and marks the beginning of a fruitful collaboration between Roy Thomas and Barry Windsor-Smith. Roy was already a well-known writer, but Barry was a British artist struggling to make it into the comic book industry, he had left England without money and for a time he had to survive anyway he could in America until he broke into Marvel Comics. Of course, in those days he didn’t earn much, but he already was the most talented artist of the 70s. When you see the artistic development of other pencilers, you realize it takes them years, sometimes entire decades to evolve. Not Barry, though, you can see his remarkable evolution month after month.

At first he was clearly influenced by Jack ‘King’ Kirby but after a few issues he develops his own style. At the same time Roy learns how to trust Barry as a story-teller and leaves him room enough to be creative. The result is, clearly, one of the best runs in the history of graphic narrative.

Issue number one is a fast-paced adventure, in which we see Conan the Cimmerian getting in the middle of a battle between the red-haired Vanirs and the Aesirs of golden locks. It’s disclosed at the beginning that the Vanirs had fought against Cimmerians in the past, and had done so cowardly, slaying women and children. This is why Conan decides to help Olav, chieftain of a tribe of Aesirs, who will later on die because of the Vanirs schemes.

Conan and the Aesirs manage to vanquish their foes, until the Cimmerian is captured by the leader of the Vanirs, a cunning man that has sought refuge in the grotto of a mysterious individual that seems to have supernatural abilities. As a prisoner, the young barbarian witnesses the man’s powers, as he summons spectral images of events that will take place centuries, millennia and millions of years in the future. There, Conan sees himself crowned as king of an unknown land, he sees the complete annihilation of the Hyborian world in which he lives, then the age of the dinosaurs, then the age of the cavemen, then the age of the first civilizations of our world and he even sees images that his mind cannot comprehend, such as an astronaut in space.

Maddened by these images, the anonymous wizard dies and the cavern is destroyed; although Conan manages to escape, with a supernatural creature that he believed to be a defenseless maiden. “Night-winged thoughts flit across Conan’s brain… memories of the dread deeds of the day just done… the slaying of a valiant friend… the marvels of an invisible world revealed… images of many-towered cities and dying continents and… and… and kings!” Conan is left confused and wanders off into the night. There’s already poetry, not only in Thomas meticulous lexis, but also in Windsor-Smith’s powerful and dynamic pages. The last two have a subtle melancholy, a certain quietness, something that opposes to the violent battle of the previous pages.

Well, as it’s obvious, in order for me to further discuss Conan the Barbarian, I’ll need one post for each issue. This is the first one, and there will be more to come. Be patient, and wait for them. You won’t be disappointed.
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Todos tienen una etapa o un equipo creativo favorito. Quizá sea algo tan clásico como "The Spirit" de Will Eisner o "Prince Valiant" de Hal Foster, tan influyente como los "Fantastic Four" de Stan Lee & Jack Kirby, tan brillante como el "Sandman" de Neil Gaiman, tan innovador como el "Swamp Thing" de Alan Moore, Stephen Bissette & John Totleben, o tan popular como "Fantastic Four" de John Byrne, (Uncanny) "X-Men" de Chris Claremont & John Byrne, "Daredevil" de Frank Miller o "Animal Man" de Grant Morrison, entre muchas otras opciones.

Personalmente, y desde que era un niño pequeño, estaría entre mis favoritos el "Conan the Barbarian" de Roy Thomas & Barry Windsor-Smith, basado en las novelas de Robert E Howard, y publicado por Marvel Comics en los 70. Nací en 1984, pero por algún motivo tuve acceso a estos cómics en particular a temprana edad, y podría decirse que aprendí a leer mirando a Conan atravesando con su sanguinolenta espada a monstruos y hombres por igual, besando damiselas y notando las diferencias entre la gente civilizada y los bárbaros.

Conan el bárbaro ha sido la única constante en mi vida como lector de cómics. Pero sólo hace un par de años descubrí las reimpresiones de Dark Horse, que me permitieron releer la saga. Todavía tengo los ejemplares viejos, los que leí tantas veces en mi infancia que hoy parecen papel periódico cortado en pedacitos. Había pasado mucho tiempo sin leer a Conan, y cuando empecé de nuevo me encantó incluso más que antes.

De niño nunca entendí la mitad de lo que los personajes decían, pero sí aprendí algunas palabras que si bien eran populares siglos atrás, son inservibles hoy. Eso explica por qué siempre tuve un vocabulario extenso en primaria aunque ninguna de las palabras que conocía me eran útiles en los exámenes o en la vida real.

"El advenimiento de Conan", es el título del primer ejemplar, publicado en Octubre de 1970; y marca el inicio de una fructífera colaboración entre Roy Thomas y Barry Windsor-Smith. Roy ya era un escritor bien conocido, pero Barry era un artista británico luchando por abrirse paso en la industria del cómic, había abandonado Inglaterra sin dinero y por un tiempo tuvo que sobrevivir de cualquier manera en Estados Unidos hasta que llegó a Marvel Comics. Por supuesto, en esos días no ganaba mucho, pero ya era el más talentoso artista de los 70. Cuando uno ve el desarrollo artístico de otros dibujantes, uno se da cuenta que evolucionar les toma años, a veces décadas enteras. Esto no es así con Barry, uno puede ver su admirable evolución mes a mes.

Al principio estaba claramente influenciado por el 'Rey' Jack Kirby, pero luego de algunos números desarrolla su propio estilo. Al mismo tiempo, Roy aprende a confiar en Barry como narrador y le da suficiente espacio para que sea creativo. El resultado es, claramente, una de las mejores etapas en la historia de la narrativa gráfica.

El número uno es una veloz aventura, en la que vemos a Conan el cimerio metiéndose en una batalla entre los pelirrojos vanires y los aesires de rizos dorados. Se sabe desde un inicio que los vanires habían peleado contra los cimerios en el pasado, y lo habían hecho cobardemente, asesinando mujeres y niños. Es por ello que Conan decide ayudar a Olav, el jefe de una tribu aesir, quien más tarde morirá a causa de las intrigas de los vanires.

Conan y los aesires logran derrotar a sus enemigos, hasta que el cimerio es capturado por el líder de los vanires, un astuto hombre que ha buscado refugio en la gruta de un misterioso individuo que parece tener habilidades sobrenaturales. Como prisionero, el joven bárbaro es testigo de los poderes del hombre, que invoca imágenes espectrales de eventos que sucederán siglos, milenios y millones de años en el futuro. Allí, Conan se ve a sí mismo coronado como rey de una tierra desconocida, ve la completa aniquilación del mundo hibóreo -en el que vive- luego la era de los dinosaurios, luego la era de los cavernícolas, luego la era de las primeras civilizaciones de nuestro mundo y ve, incluso, imágenes que su mente no puede comprender, como un astronauta en el espacio.

Enloquecido por estas imágenes, el hechicero anónimo muere y la caverna es destruida; aunque Conan se las arregla para escapar con una criatura sobrenatural que él confunde con una indefensa doncella. "Pensamientos con alas nocturnas centellean en el cerebro de Conan... memorias de los nefastos sucesos del día ya acaecido... el exterminio de un amigo valiente... las maravillas reveladas de un mundo invisible... imágenes de ciudades tantas veces torreadas y continentes moribundos y... y... y... ¡reyes!". Conan, confundido, se pierde en la noche. Hay poesía no solamente en el meticuloso léxico de Thomas sino también en las poderosas y dinámicas páginas de Windsor-Smith. Las últimas dos tienen una melancolía sutil, una cierta calma, algo que se opone a la batalla violenta de las páginas anteriores.

Bueno, como es obvio, para poder discutir más sobre Conan el Bárbaro, necesitaré un post por cada número. Este es el primero y después vendrán más. Sean pacientes, y esperen. No serán decepcionados.