June 8, 2014

Sidekick # 4, 5 & 6 - J M Straczynski & Tom Mandrake

When I read the first issue of Sidekick I knew I had found exactly the kind of series I was looking for. It was a much needed incursion into the sidekick culture –an interesting, cruel and bold analysis of the figure of the teenager assistant of an adult hero– and Straczynski combined humor, sexuality and power in one sweeping narrative.

What else can I say? I’ve always felt fascinated with the ambiguous nature of those young heroes that live with mature men. Is it a relationship based purely on admiration? Or is it something else, something akin to the ties between the erastês (ἐραστής) and the erômenos (ἐρώμενος) from Ancient Greece? These are relevant questions, and although Sidekick is an audacious title I’m afraid they will be left unanswered.

Certainly, at the beginning I thought Sidekick would be reminiscent of radical titles such as Rick Veitch’s "Brat Pack" (a cruel and ironic story about a Robin-like teenager who is traumatized after living with a sexually depraved Batman-like character), it seems to me now that J M Straczynski is shying away from the most controversial subject: “Sidekick is the tale of a declining sidekick on the downward slide into madness”, and not the tale, I might add, of sexual innuendo, perversion and abuse that might have scandalized most –if not all– readers. 

In issues 4 through 6, we discover more about Julia Moonglow’s dark past and her rather sinister plans regarding Flyboy’s future. She has been responsible for discrediting him and ruining his reputation, but at the same time, by pushing the kid over the edge she has awaken something in him, something disturbing, ferocious and terrifying.

The initial mystery of Red Cowl’s disappearance is explored further. Soon, it becomes obvious for Barry that his beloved mentor was the world’s greatest liar. He isn’t dead, he faked his own demise so he could enjoy an hedonistic lifestyle without worrying for the consequences of his actions. Finding out the truth is a painful blow to Barry. He has been abandoned, he has been humiliated, he has been insulted and rejected by every citizen in Sol City, but only now he is hitting rock bottom.

So in many ways this is a saga about redemption and revenge, all mixed up in one furious journey. Personally, I think it’s interesting to observe how Flyboy starts killing superheroes, completely forgetting his past as one of the good guys. Sure, some of you might say that this ‘good guy turned into bad guy’ premise isn’t terribly original, but I think JMS handles it with literary aplomb.

Of course, Sidekick wouldn’t be so impressive without the art of Tom Mandrake. I’ve been a fan of Mandrake for years. Surely many fans consider him famous for his runs in “Martian Manhunter” and “Night Force”, nevertheless the first time I saw his amazing work was in the pages of “Arion, Lord of Atlantis”, one of my favorite DC titles from the 80s. As you can see, it’s no coincidence that my nom de plume is Arion. Like I told Straczynski, Tom Mandrake was more than enough incentive for me to pick up this new series. By the way, in case you missed my letter –published in issue 3 and answered by Straczynski himself– simply click here to read it.
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Flyboy remembers the past / Flyboy recuerda el pasado


Julia Moonglow & Flyboy 
Cuando leí el primer número de “Sidekick”, supe que había encontrado exactamente el tipo de colección que estaba buscando. Era una muy necesaria incursión en la cultura de los aliados juveniles –un análisis interesante, cruel y atrevido de la figura del ayudante adolescente y el héroe adulto– y Straczynski combinaba humor, sexualidad y poder en una atrayente narrativa.

¿Qué más puedo decir? Siempre me he sentido fascinado por la naturaleza ambigua de estos jóvenes héroes que viven con hombres maduros. ¿Es una relación basada puramente en la admiración? ¿O es algo más, algo similar a los vínculos entre el erastês (ἐραστής) y el erômenos (ἐρώμενος) de la Antigua Grecia? Estas son preguntas relevantes, y aunque "Sidekick" es una serie audaz me temo que no serán respondidas. 

Ciertamente, al inicio pensé que "Sidekick" me haría recordar títulos radicales como  "Brat Pack" de Rick Veitch (una cruel e irónica historia sobre un adolescente parecido a Robin que termina traumatizado después de vivir con un personaje sexualmente depravado parecido a Batman), ahora me parece que J M Straczynski está huyendo de estos temas controversiales: “Sidekick es el relato de un ayudante juvenil que desciende hacia la locura”, y no el relato, podría añadir, de insinuación sexual, perversión y abuso que podría haber escandalizado a muchos lectores, o a todos ellos.


The killing begins / la matanza comienza
En los números 4 a 6, descubrimos más sobre el pasado oscuro de Julia Moonglow y sus planes bastantes siniestros en relación al futuro de Flyboy. Ella ha sido la responsable de desacreditarlo y arruinar su reputación, pero al mismo tiempo, al empujar al muchacho hasta el borde del abismo, ha despertado algo en él, algo perturbador, feroz y terrorífico.

El misterio inicial de la desaparición de Red Cowl es explorado aún más. Pronto, para Barry resulta obvio que su dichoso mentor era el mayor mentiroso del mundo. No está muerto, fingió su propia muerte para poder disfrutar de un estilo de vida hedonista sin preocuparse por las consecuencias de sus actos. Descubrir la verdad es un doloroso golpe para Barry. Ha sido abandonado, humillado, insultado y rechazado por todos los ciudadanos de Sol City, pero sólo ahora cae hasta el fondo. 

Así que de muchas maneras esta es una saga sobre redención y venganza, todo mezclado en una furiosa travesía. Personalmente, creo que es interesante observar cómo Flyboy empieza a matar superhéroes, olvidando completamente su pasado como uno de los chicos buenos. Seguro, algunos podrían decir que esta premisa de 'bueno que se convierte en malo' no es terriblemente original, pero creo que JMS la maneja con aplomo literario. 

Por supuesto, “Sidekick” no sería tan impresionante sin el arte de Tom Mandrake. He sido fan de Mandrake por años. Seguramente será famoso para muchos fans por sus etapas en “Martian Manhunter” y “Night Force”, no obstante, la primera vez que vi su asombroso trabajo fue en las páginas de “Arion, Lord of Atlantis”, una de mis colecciones favoritas de DC de los 80s. Como pueden ver, no es ninguna coincidencia que mi nom de plume sea Arion. Como le dije a Straczynski, Tom Mandrake fue un incentivo más que suficiente para hacerme comprar esta miniserie. Por cierto, en caso de que se hayan perdido mi carta –publicada en el número 3 y respondida por el propio Straczynski– simplemente hagan click aquí para leerla.

8 comments:

  1. Yo la verdad por eso le he perdido completamente la fe a estos autores que realizan casi toda su carrera trabajando para MARVEL/DC (Straczynski, y más recientemente los ubicuos Fraction, Remender, Hickman, Brubaker), cada vez que de pronto -cuando encuentran un tiempecito para ''sacar los pies del plato''- nos quieren presentar sus novedosos títulos ''creator owned'', en los que supuestamente van a dar ''rienda suelta'' a su creatividad, pero casi siempre presentan las mismas historias parametradas que no se cansan de hacer para sus jefes de MARVEL/DC, maquilladas con una capa muy fina de ''originalidad'', seguramente esperando de sus títulos que también se conviertan en franquicias explotables con adaptaciones cinematográficas o merchandising, o en el mejor de los casos que ''conecte'' con el público lobotomizado de MARVEL/DC que de pronto se siente de ''miras abiertas'' por leer un cómic de Image o Dark Horse... pero todos quieren lo mismo, los lectores leer lo mismo, los guionistas escribir lo mismo, los dibujantes dibujar lo mismo. Quizá estoy radicalizando el concepto pero por ahí va la cosa...

    Recuerdo tus primeras reseñas de Sidekick y me pareció una propuesta interesante y hasta cierto punto arriesgada... pero por lo que veo Straczynski (como el grueso de autores entre los que destacan los arriba mencionados) prefiere jugar a lo seguro, alinearse con el status-quo, como siempre. Se va dejando de lado el riesgo, la sátira, el morbo si se quiere, y se va presentando la misma carita lavadita de siempre, la historia de estructura y temática tradicional, no hay que desviarse mucho, no descuidemos el consumo de ''todo tipo de público''. Para que los padres se lo compren a sus niños sin problemas porque ''que alguien piense en los niños''. Y ese sector no hay que descuidarlo porque plata es plata. En fin...

    Aguante Rick Veitch con sus ÑIÑATOS (jajaja, así le pusieron a la edición española que conseguí de BRAT PACK), eso es jugársela sin medias tintas. (justo te iba a decir por qué no reseñas Brat Pack, pero ya encontré la reseña respectiva en tu archivo, de allá por el 2011). ¡Saludos!

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    1. Hola Guido: efectivamente, Rick Veitch le gana a Straczynski en audacia. Brat Pack es una serie que cuestiona en serio la relación casi siempre perversa entre el héroe adulto y el ayudante adolescente. De todos modos, esto no quita que Sidekick empezara con buen pie. Por cierto, no creo que Tom Mandrake esté dibujando "lo mismo" de siempre, porque este proyecto es distinto a otros que ha realizado en el pasado.

      Gracias a tu comentario se me ha ocurrido incluir un link a mi reseña de Brat Pack.

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    2. Sí la verdad contra Mandrake y los dibujantes de cómic en general no tengo nada en contra. El dibujante de oficio dibuja básicamente lo que está indicado en el guión, en esa perspectiva de él no depende -al menos en lo argumental- que un cómic sea trascendente o intrascendente, transgesor o conservador, genial o mediocre, creativo o genérico, etc. Los dibujantes hacen su mejor esfuerzo y además los respeto mucho porque ellos hacen la parte más dura y trabajosa del proceso, y es gracias a los dibujantes que muchos cómics mediocres y anodinos, de guiones chatos o simplemente estúpidos, pueden llegar a leerse e incluso disfrutarse.

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    3. Así es. Yo tengo la teoría de que muchos escritores sin talento han tenido una exitosa carrera en el mundo de los cómics gracias a los estupendos dibujantes con los que han trabajado.

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  2. Y ojo, complementando el comentario anterior... algunos dirán ''pero hay asesinatos, mutilaciones, violencia, decapitaciones, es un cómic maduro''. No pues, ese es el típico grim and gritty vacío, lo que la mayoría de autores agarró luego de Watchmen como ''caballito de batalla'', simplificando esa magna obra a solo una de sus casi innumerables aristas. Eso no es sinónimo de madurez, ni de transgresión, ni de nada per se.

    Es decir, en USA la violencia, muertes, asesinatos etc. en la ficción o cultura pop están completamente asimilados, permitidos y -en la práctica- aceptados como productos de consumo masivo y para todas las edades. Digamoslo en criollo ''no choca con nuestros niños''. Si la niñez y juventud americana nacen y crecen viendo noticias de su ejército metiendo bombas en colegios y hospitales en cuanta guerra se andan metiendo, entonces es pan de cada día, nadie se asombra, nadie jode. Pero mil veces más subversivo en USA es poner un beso gay por ejemplo en un cómic, más aún darle profundidad a una relación así (ya que lo del simple beso a veces se usa como shock publitario nada más), ahí sí salen las masas a levantarse con el lema ''que alguien piense en nuestros niños por favor''. Y eso es una arista, el tema gay, el SEXO en general, o la crítica social, cualquier tema que cuestione el status quo conservador, liberal a cuentagotas, es inmediatamente tachado como jodido y peligroso (principalmente en el circuito comercial que nos ocupa en este caso), no solo por editores si no por autores que no prefieren meterse en ese terreno para no constreñir su consumo.

    Y por lo visto las preguntas jodidas, los temas jodidos, el meter el dedo en la llaga y estimular la mente y el cerebro de los lectores anestesiados del cómic comercial, al menos en el caso de este cómic quedó en un simple ''amague'', una simple finta, para terminar convirtiendo en más de lo mismo... siempre a lo seguro.

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    1. Es cierto. No recuerdo quién dijo alguna vez que en una película podías mostrar una teta siempre y cuando fuera acuchillada o recibiera un impacto de bala. Eso estaba 100% OK, y podía difundirse como cine comercial. Pero si te atrevías a mostrar esa misma teta siendo besada, inmediatamente tu película quedaba tachada como pornografía y era irremediablemente vedada, y sacada del circuito comercial. Ese es el problema con los gringos, les encanta la violencia pero son más puritanos que la patada y cualquier tema sexual los espanta.

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  3. Cuando uno va en busca de algo a veces se torna interesante

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    1. Muy cierto Maxwell. Por eso yo siempre estoy a la búsqueda de todo aquello que me pueda interesar.

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